Aunque ya estamos en tiempos de ciclones no se trata de un fenómeno atmosférico a lo que nos referimos en el título de este artículo, sino al huracán político que se avecina en las próximas elecciones de “Medio término” que se llevarán a cabo el próximo mes de noviembre en Estados Unidos, en las que el Estado floridano es decisivo en cuanto al control por los Republicanos como por los Demócratas, tanto de la Cámara de Representantes como del Senado Federal de la nación norteña.
Las elecciones “Primarias” del pasado martes en La Florida fijaron las posiciones de ambos partidos en cuanto a su orientación política y programática. Los Republicanos dando un giro más a la derecha para alinearse en la agenda del Presidente Donald Trump, en tanto que los Demócratas se movieron más a la izquierda, puesto que los primeros escogieron como su candidato a Gobernador al actual congresista “Trumpista” De Santis, mientras que sus rivales Demócratas escogieron al alcalde negro de la ciudad de Tallahassee Andrew Guillum que representa el ala mas progresista de su partido, una corriente idiologica que encabeza el Senador Bernie Sanders del Estado de Vermont.
La radicalización de la política en el Estado de La Florida no puede ser más clara. Andrew Guillum, un Demócrata de izquierda de la raza negra que aboga por un sistema de salud universal con servicio gratuito para todos, se enfrenta al Representante De Santis, blanco de raza que tuvo el apoyo abierto del Presidente Trump en las pasadas elecciones “primarias”, derrotando ambos en sus respectivos Partidos a sus rivales más cercanos que contaban con el apoyo de las estructuras partidistas tradicionales.
Así las cosas, en los próximos comicios de Noviembre por primera vez en la historia de Estados Unidos, tanto el Partido Republicano como el Demócrata se presentarán envueltos en una batalla ideológica entre una izquierda de matiz socializante y la derecha “ultra” que defiende a Donald Trump en toda la línea.
A todas estas también en estas próximas elecciones de noviembre estarán en juego tres escaños del sur de La Florida, ocupados hasta hoy por cubanos recalcitrantes de la extrema derecha, siendo el Distrito número 27 el de más connotación y controversia, puesto que en él se enfrentan la periodista de origen cubano María Elvira Salazar con el apoyo de la “cloaca” de Miami y la doctora Donna Shalala una moderada Demócrata ex Secretaria de Salud de Estados Unidos y ex Presidente de la Universidad de Miami con credenciales personales que van más allá de la política partidista.
Sin dudas que el Estado de La Florida se encuentra en estas elecciones de noviembre en una encrucijada política nunca antes vista. El resultado final de estos comicios será determinado según la cantidad de votantes que acudan a las urnas. Si votan más electores, ganan los Demócratas. Si los votantes son menos ganan los Republicanos controlados hoy por el “Trumpismo”.
Un detalle que alarma es la baja concurrencia de electores en las elecciones “Primarias” del pasado martes , en las que solo votó un 20 % del electorado. Lo que es un reflejo del desencanto del pueblo norteamericano con su sistema de la llamada “democracia representativa”.
Están los floridanos en el ojo de un huracán político que puede ser decisivo para el futuro de Estados Unidos como nación. Izquierda y derecha han tomado las riendas respectivamente de los Partidos Demócrata y Republicano. Lo que salga de las urnas en noviembre dirá cuál será el futuro del pueblo norteamericano. La suerte está echada.
Les habló para Replica de Radio-Miami su director Max Lesnik.
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