Traducido del más allá por Max Lesnik
Con la excepción de algunos pocos- uno de ellos el cineasta de izquierda Michael Moore- la inmensa mayoría de los analistas políticos norteamericanos y de otras partes del mundo daban por seguro que era imposible que el impredecible multimillonario neoyorquino Donald Trump pudiera derrotar en las urnas a su contrincante Demócrata Hillary Clinton en las elecciones presidenciales del país líder del mundo globalizado de hoy.
Se equivocaron los estrategas políticos, las encuestadoras de opinión pública, los diarios encabezados por el New York Times, las revistas de gran circulación sin excluir a todas las cadenas de televisión, nacionales o extranjeras, incluyendo a la ultraconservadora Fox News, puesto que todos sin excepción, explicaban que matemáticamente era imposible una victoria de Donald Trump frente a la avalancha de votos del Partido Demócrata muy bien organizada su maquinaria que contaba con el respaldo del voto negro, de los hispanos, de los electores jóvenes, de las mujeres, de los homosexuales de los ambientalistas, de los “globalistas”, de los liberales , de todo el “Establishment” norteamericano, del “Lobby judío” de la OTAN y como si fuera poco, del poderoso y decisivo mundo financiero de Wall Street. Con una estructura dividida del Partido Republicano cuya elite no apoyaba su candidatura presidencial, era del todo imposible una victoria de Donald Trump.
Pero al final sucedió lo imposible y Donald Trump ganó en las urnas la presidencia de Estados Unidos con el apoyo abrumador de los electores de la raza blanca- el solo contra viento y marea- motivados estos por su mensaje de corte nacionalista, anti-negro y anti-hispano, que ahora con su victoria ha puesto al mundo a temblar.
Siempre se ha dicho que a problemas complejos hay que buscarles explicaciones simples. Y aquí va una que puede servir para desentrañar la razón de ser del “Trumpismo”. De nuestro viejo archivo periodístico desempolvamos unas declaraciones de Donald Trump publicadas por la revista norteamericana “People” del año 1998, cuando por primera vez el magnate inmobiliario neoyorquino- siendo entonces afiliado al Partid Demócrata- hizo púbica por primera vez su intención de aspirar a la presidencia de Estados Unidos.
Esto fue lo que dijo Trump a la revista “People” en 1998: “Si yo fuera a aspirar a la presidencia de Estados Unidos yo lo haría por el Partido Republicano. Ellos son el grupo más tonto de votantes de todo el país. Ellos creen en cualquier cosa que les diga la cadena de televisión Fox News- de tendencia ultra conservadora- y yo les puedo mentir a mi antojo y se creerán todo lo que yo les diga. Apuesto a que mis números serian terríficos”.
Sin dudas Donald Trump estaba claro cuando afirmaba que en política la mentira paga. Ahí lo tienen en la presidencia de Estados Unidos. El gato se coló en la Casa Blanca. Y ahora vamos a ver quién le pone el cascabel al gato.
Y hasta mañana viernes amigos de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
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