Traducido desde el más allá por Max Lesnik
La historia sirve fundamentalmente para evitar que los pueblos repitan graves errores que siempre terminan en grandes tragedias.
Digo esto a propósito de las redadas que se están llevando a cabo en Estados Unidos apresando para su deportación inmediata en pueblos y ciudades del país a inmigrantes hispanos con la complacencia cómplice de los supremacistas blancos norteamericanos, que bien parecen calcados a imagen y semejanza de los alemanes nazis de la década de los años treinta del siglo pasado.
Solo con la diferencia de que los judíos de entonces son los hispanos de hoy a quienes se les estigmatiza como seres de razas inferiores que no merecen el derecho a buscar una vida mejor en el territorio norteamericano, aun cuando los ancestros de esos hispanos se asentaron en estas tierras mucho antes de que llegaran a ella los primeros hombres blancos procedentes de las trece colonias que conformaron después lo que es hoy los Estados Unidos de América.
Dicho esto, solo me falta anotar como dato histórico que en la Alemania nazi de los años treinta los supremacistas blancos de Hitler primero llevaron a cabo las redadas contra los judíos para internarlos en los infames campos de concentración. Las cámaras de gases y el holocausto vinieron después.
Los alemanes decían entonces que no sabían lo que estaba pasando en su país. Los judíos si lo sabían. Como hoy los hispanos en Estados Unidos, sí que lo saben bien. Esa es la historia y ojalá que no se repita jamás.
Y hasta la próxima entrega de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
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