
La jauría de chusmas que siempre está merodeando por los alrededores del conocido restaurante, parece que en esta ocasión se fue envalentonando e interrumpieron el paso de los vehículos rompiendo sus carteles y golpeando a algunos de los caravaneros.
Por si alguien de los que leen estos comentarios pregunta cuál fue la acción que tomaron las fuerzas policiales, le podemos decir que brillaron por su ausencia. Todos sabemos que la policía local está totalmente a disposición de esta morralla miamera y podríamos ir más allá y decir que muchos de ellos son parte de la misma ya que han heredado el ser anticubanos de sus padres.
Nada que la violencia, la chusmería y la decadencia intelectual está en alza y son parte integral del área que controla esta despreciable morralla miamera.
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